Los poemas a una madre fallecida son los más emotivos porque van dirigidos a la persona que más amamos y lamentablemente ya no está entre nosotros.
No son posibles los abrazos notando la protección de su cuerpo, pero podemos acariciar el alma de mamá con los siguientes poemas.
También te recomendamos que leas nuestras cartas para una madre fallecida.
Poema para mi madre fallecida, aniversario (I)
Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado.
Tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver, o puede estar lleno del amor que compartiste.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a ella le gustaría:
Sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
ANÓNIMO
Poema para una madre que falleció (II)
Mamá, aunque siempre duermes, tus ojitos me pueden mirar.
Desde el cielo nunca me dejes de cuidar.
ANÓNIMO
Poema a una madre fallecida (III)
Te fuiste de mi lado, en silencio fue tu partida.
Mi corazón se ha desangrado, por tan pronta despedida.
ANÓNIMO
Poema para una madre que ya no está (IV)
Madre de madres, eres mi mundo entero.
Eres la inspiración de este hermoso verso.
Me tuviste en tus brazos,
Me cuidaste y amaste.
Y te agradezco mi madre, madre de madres.
MARÍA RONDÓN MADRE
Poema para una mamá fallecida, Día de la Madre (V)
Desde que te fuiste es cuando más pienso en ti y hoy que es el Día de la Madre siento que tu ausencia me aprieta el corazón.
Desearía tanto poder abrazarte y decirte que nunca dejaré de quererte…
ANÓNIMO
¿Por qué un poema para una madre fallecida?
Hay veces en las que las personas tenemos la necesidad de expresar nuestros sentimientos y para eso lo mejor suele ser buscar el consuelo de familia y amigos.
Sin embargo, también existen momentos en los que necesitamos decirle lo que sentimos a esa persona que ya no está entre nosotros.
Para estos casos leer o escribir una poesía dedicada a ese ser querido al que tanto echamos de menos nos ayuda a aliviar la fuerte sensación de anhelo.
Por eso, no es de extrañar que existan tantos versos dedicados a las madres que ya no están.
Esos versos a veces están escritos por poetas y otras por personas de la calle, porque por suerte todos llevamos mucho amor y poesía dentro de nuestros corazones.